Domingos Impares #6

El reposo

Esta semana me topé con el silencio. Sentí el vértigo y la responsabilidad de hacer algo al respecto. No soporté presenciar un espacio en blanco e incógnito en medio de una conversación. La acción torpe y desesperada, bajo los efectos ansiosos, se manifestó inmediatamente para llenar ese vacío: intenté dar una solución. No vaya a ser que me encuentre en nada y en el sinsentido.

Dejar macerar, dijo alguien. Que se cocine. Y recordé en todas las situaciones de “darle tiempo”. Acaso, ¿no necesitamos reposar para curar?

Espacio libre. ¿Cómo lo lleno? Tiempo libre ¿Por qué quiero llenarlos? 

Ni siquiera puedo responder a esas preguntas para esta entrega. Estimo que hay que recorrer esa libertad, en la que la visibilidad es baja, para ver qué sucede.

Me remonté a años atrás, cuando escribí sobre un proyecto en el que hablaba de los intermedios: 

“Un instante en el que todo se va transformando, cuando deja de ser una cosa para ser otra y que, mientras tanto, busca su forma, su definición, su sentido de ser.”

Ante esta imponente figura del silencio, no queda más que habitarla y dejarla reposar, porque el silencio es algo en proceso, justamente aquello que no se puede decir con palabras, sino que solo se puede sentir y contemplar.

Si llegaste hasta aquí, ¡Gracias!

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Hasta el próximo Domingo Impar 🙂