Domingos Impares #18

Siempre verde

Abrí las ventanas. 

Cuando empezó a circular el aire, ingresó la calma y el alivio. 

¿Qué es el verano?

Mi cumpleaños cae en plena época de cierres, balances, calor extremo, especulaciones y preguntas de todo tipo: ¿Cuál es el pronóstico de lluvias para la semana? ¿Cómo va a ser nuestra situación económica el año que viene? ¿Qué hacemos para las fiestas? ¿Qué hice este año? ¿Qué no hice? ¿Qué estoy a tiempo de hacer?

Tengo registro de diferentes Diciembres en mi vida: lloviendo cada tres o cinco días; despidiendo a una amiga; saqueos; por irme de viaje; mudando la decoración de la fiesta del patio al living comedor porque se largó a llover; usando colcha para dormir; rindiendo finales; completamente enamorada.

El aroma del siempreverde es una constante, en la ciudad de Córdoba y en mi memoria. Aroma a verano y sus siestas silenciosas. 

El año 1998.

La malla puesta. Mochila lista. Tres cuadras de caminata por la Lope de Vega, sintiendo los siempreverdes en el aire caliente. Muestro el carnet en la entrada del Club Municipal. Otra dimensión. 

Diciembre, enero y febrero: amaba esos meses de no hacer “nada”.

Hacer nada: Divertirme, nadar, inventar coreografías acuáticas con mis amigas, incursionar en tomar mate, jugar a las cartas, volver a meterme a la pileta olímpica y bucear hasta los 6 metros de profundidad.

Salgo de la ducha y me pongo a escribir estas líneas, con el aire corriendo y trayendo de la calle el aroma a verano.


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Hasta el próximo Domingo Impar 🙂

 

©2024 Florencia Quiroga. Fotógrafa. Todos los derechos reservados