Domingos Impares #47

Espasmos asincrónicos

Esta semana me topé con la lentitud nuevamente. Después de semanas de intenso movimiento, tres días acá, tres días allá, tocó pisar la tierra o, como se dice, aterrizar. Hay una cosa de no saber qué hacer, una inercia no consciente de ir más allá. Qué más. Sin embargo, necesitaba esta quietud. 

El movimiento interno sigue adelante, aunque en discordancia con el cuerpo.

Querer hacer, impulso torpe y ansioso, pero honesto en el deseo. Una danza espasmódica. Incómoda, desorientada, con energía contenida. ¡Qué hacer!

Un jarroncito chino y un poco de agua. Una a una, las ramas recolectadas. Ingresa una de Romero, otra de Chinita, que combina con el florero, una y una, otra de Arlequín de Campo, y otra más de Romero y de Chinita.

Me rindo, al menos por ahora, que es lo que importa, ya que otra cosa no puedo. Me dejo y me dispongo a cebar el primer mate con mi nuevo centro de mesa.

Si llegaste hasta aquí, ¡Gracias!

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Hasta el próximo Domingo Impar 🙂