Domingos Impares #33

Tejido vital

Un té verde. La cotidiana inminencia del agua a punto de efervescer me hace pensar en lo repentino, pese a que quedarme parada esperando que el té se haga, me parece eterno.

Vivo dualidades de cuerpos: el que siente y el que permanece; el que se espanta y el que normaliza; el que no espera y el que busca.

Con una amiga, que vive en otra ciudad, tenemos un chat abierto donde los monólogos se van moldeando en espejo. No hay pautas ni tiempos. Una conversación sin fin, como las búsquedas: de respuestas, de tranquilidad, de paz, de explicaciones.

Hilar palabras de a dos. Tejer juntas nuestros devenires. Crear caleidoscópicamente. Compartir un té calentito bajo el sol de invierno. Un hogar. Una dualidad que quiero siempre, así, compartida.

Si llegaste hasta aquí, ¡Gracias!

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Hasta el próximo Domingo Impar 🙂